El Programa de Atención a la Primera Infancia (AIPI) del Ecosistema de Educación de Comfamiliar Risaralda acompaña a los niños y niñas desde la gestación hasta los 6 años. No se trata solo de ofrecer espacios educativos complementarios, sino que buscamos que desde la primera etapa de su vida tengan un desarrollo motriz y cognitivo que les permitan fortalecer sus capacidades y habilidades individuales y colectivas.
Uno de los objetivos de AIPI es propiciar entornos protectores y llenos de oportunidades, donde cada niño y niña pueda desplegar su potencial, por eso la vinculación de las familiar y la comunidad es vital, ya que es un proceso de crecimiento compartido entre todas las aristas que abrigan al menos y que, además, coherente con las políticas públicas de infancia.
Dentro de nuestro programa del Ecosistema de Educación Comfamiliar, los espacios pedagógicos cobran vida desde la lúdica. En ellos los niños y niñas experimentan, juegan y aprenden con metodologías ideales para su edad. El desarrollo cognitivo, la estimulación temprana y el juego como herramienta de aprendizaje son el puente para que exploren, experimenten y aprendan de forma natural.
Espacios pedagógicos se viven cotidianamente en los colegios y escuelas del departamento, donde gracias al apoyo de alcaldía y gobernación llegamos a impactar positivamente. Un ejemplo de esto fue el “Laboratorio de Luz” con formas, colores y figuras que experimentaron los niños y niñas de la Institución Educativa Guayacanes de Pereira.
Allí el salón se transformó en un universo de colores y sombras. Los niños y niñas observaron, compararon, proyectaron siluetas y dieron rienda suelta a su imaginación. Entre destellos, reflejos y colores, no solo se divirtieron: también fortalecieron su creatividad, su coordinación motriz y su capacidad para resolver problemas de manera natural y espontánea.
Esta actividad deja un mensaje que queremos reforzar como Comfamiliar Risaralda, en la primera infancia el juego y la exploración sensorial no son solo diversión, son aprendizaje en acción. Con el acompañamiento cercano de profesionales especializados, cada actividad se convierte en una oportunidad para descubrir el mundo, cultivar habilidades cognitivas y emocionales, y prepararse para los retos de la vida escolar y social.
Así, el Programa de Atención a la Primera Infancia confirma su razón de ser: crear vivencias que nutran la mente, fortalezcan el corazón y siembren, desde hoy, las semillas de un futuro lleno de posibilidades.